El juego “¿Quién quiere ser millonario?” ha cobrado gran popularidad en todo el mundo luego de que el formato televisivo comenzara a comercializarse. La versión original salió al aire por primera vez en el año 1998 en el Reino Unido bajo el nombre “Cash mountain” (la montaña del dinero), aunque luego se haría más reconocido como “who wants to be a millionaire?”
El programa de televisión “¿Quién quiere ser millonario?” (en España llamado “¿Quiere Ser Millonario? 50 por 15”) presenta una estructura bien sencilla. En una primera instancia se presentan varios participantes, del que saldrá aquel que seguirá concursando luego de responder a una pregunta que es común a todos.
A partir de allí comienza el verdadero show de “¿Quién quiere ser millonario?”, dejando en el set al ganador de la ronda y al conductor del programa. El objetivo al jugar es tratar de responder quince preguntas, cuyo nivel de dificultad va aumentando, para poder ganar el premio mayor.
Cada una de las preguntas tiene cuatro posibles respuestas (A, B, C y D) y existen tres “pisos”, el primero de ellos en la pregunta cinco, el segundo en la pregunta diez y el tercero en la quince. Estos sirven para garantizar un mínimo de dinero que recibirá como premio el participante.
Como muchas de las preguntas de “¿Quién quiere ser millonario?”, son realmente muy difíciles los jugadores cuentan con una serie de comodines, cuyos alcances explicamos a continuación:
- Comodín del público: los asistentes al show son los encargados de responder la pregunta pulsando un botón. La respuesta elegida por el público es la que más votos reciba y el participante tiene la opción de darla como cierta, continuar jugando por sus propios medios o emplear otro comodín.
- Comodín telefónico: el jugador puede llamar a una persona allegada que pueda estar en condiciones de responder la pregunta que le han efectuado. Tiene treinta segundos en total para darle una respuesta.
- Comodín del 50%: empleando esta opción el participante reduce las opciones a dos, mejorando sus chances de responder correctamente.
- Comodín de cambio de pregunta: esta es una incorporación efectuada en la versión chilena del juego y le otorga al participante la posibilidad de solicitar que le cambien la pregunta efectuada.
El programa de televisión “¿Quién quiere ser millonario?” (en España llamado “¿Quiere Ser Millonario? 50 por 15”) presenta una estructura bien sencilla. En una primera instancia se presentan varios participantes, del que saldrá aquel que seguirá concursando luego de responder a una pregunta que es común a todos.
A partir de allí comienza el verdadero show de “¿Quién quiere ser millonario?”, dejando en el set al ganador de la ronda y al conductor del programa. El objetivo al jugar es tratar de responder quince preguntas, cuyo nivel de dificultad va aumentando, para poder ganar el premio mayor.
Cada una de las preguntas tiene cuatro posibles respuestas (A, B, C y D) y existen tres “pisos”, el primero de ellos en la pregunta cinco, el segundo en la pregunta diez y el tercero en la quince. Estos sirven para garantizar un mínimo de dinero que recibirá como premio el participante.
Como muchas de las preguntas de “¿Quién quiere ser millonario?”, son realmente muy difíciles los jugadores cuentan con una serie de comodines, cuyos alcances explicamos a continuación:
- Comodín del público: los asistentes al show son los encargados de responder la pregunta pulsando un botón. La respuesta elegida por el público es la que más votos reciba y el participante tiene la opción de darla como cierta, continuar jugando por sus propios medios o emplear otro comodín.
- Comodín telefónico: el jugador puede llamar a una persona allegada que pueda estar en condiciones de responder la pregunta que le han efectuado. Tiene treinta segundos en total para darle una respuesta.
- Comodín del 50%: empleando esta opción el participante reduce las opciones a dos, mejorando sus chances de responder correctamente.
- Comodín de cambio de pregunta: esta es una incorporación efectuada en la versión chilena del juego y le otorga al participante la posibilidad de solicitar que le cambien la pregunta efectuada.