Entre los juegos infantiles se destaca el llamado “Simón dice” (o “Simon says”, en inglés) del que deben participar como mínimo tres personas para que resulte interesante y divertido.
Al jugar al “Simón dice” uno de los participantes encarnará dicho personaje y será el responsable de decir en voz alta una serie de actividades que deberán ser ejecutadas por los demás. La clave del juego radica en el hecho de que las acciones deben efectuarse si antes el guía dijo “Simón dice”, en caso contrario los jugadores deben permanecer quietos.
El “Simón dice” es un juego recomendado sobre todo para los niños porque los ayuda a desarrollar su capacidad de atención e incluso el personaje que guía las acciones puede ser encarnado por un adulto. Si sólo hay niños jugando, se puede rotar la posición de quien da las órdenes para hacerlo más interesante.
Para ejemplificar aún más las reglas del “Simón dice” podemos tomar como ejemplo la acción “saltar en un pie”. Si el guía expresa la frase de la siguiente manera: “Simón dice que salten en un pie”, los jugadores deberán hacerlo y aquel que se queda quieto pierde. Mientras que si el que da las órdenes simplemente dice “salten en un pie”, los participantes deberán quedarse quietos y aquellos que se pongan a saltar serán los perdedores de esa ronda.
El guía seguirá expresando acciones hasta que quede tan sólo una persona “siguiendo a Simón”, ésta será quien gane el juego.
Al jugar al “Simón dice” uno de los participantes encarnará dicho personaje y será el responsable de decir en voz alta una serie de actividades que deberán ser ejecutadas por los demás. La clave del juego radica en el hecho de que las acciones deben efectuarse si antes el guía dijo “Simón dice”, en caso contrario los jugadores deben permanecer quietos.
El “Simón dice” es un juego recomendado sobre todo para los niños porque los ayuda a desarrollar su capacidad de atención e incluso el personaje que guía las acciones puede ser encarnado por un adulto. Si sólo hay niños jugando, se puede rotar la posición de quien da las órdenes para hacerlo más interesante.
Para ejemplificar aún más las reglas del “Simón dice” podemos tomar como ejemplo la acción “saltar en un pie”. Si el guía expresa la frase de la siguiente manera: “Simón dice que salten en un pie”, los jugadores deberán hacerlo y aquel que se queda quieto pierde. Mientras que si el que da las órdenes simplemente dice “salten en un pie”, los participantes deberán quedarse quietos y aquellos que se pongan a saltar serán los perdedores de esa ronda.
El guía seguirá expresando acciones hasta que quede tan sólo una persona “siguiendo a Simón”, ésta será quien gane el juego.