Uno de los juegos infantiles que solía ser un clásico de las fiestas de cumpleaños de los niños hace algunas décadas atrás es “Ponerle la cola al burro”, un entretenimiento muy sencillo de preparar pero no por eso menos divertido.
Pueden a jugar a “Ponerle la cola al burro” un número ilimitado de niños, los que irán participando por turnos del desafío planteado. Para ello se necesitará el dibujo de un burro sin cola, que debe ser pegado en la pared y, por otro lado, el dibujo de una cola de burro con algún tipo de elemento que permita que pueda quedar adherida en uno de sus extremos.
Con todos los elementos listos, antes de comenzar a jugar a “Ponerle la cola al burro” se definen los turnos y luego, respetando estos, a cada niño se le taparán los ojos y se le darán unas cuantas vueltas como para que quede un poco desorientado con respecto a dónde estaba puesto el dibujo del burro.
El objetivo al jugar a “Ponerle la cola al burro” es tratar de dejar ésta lo más cerca posible de la ubicación que debería tener, mientras el niño con los ojos tapados hace su intento los demás pueden ayudarlo o darle pistas falsas para que no consiga su objetivo.
Una vez que todos los niños efectuaron su intento, resultará ganador aquel que haya logrado ponerle la cola al burro o el que la haya dejado lo más cerca posible.
Pueden a jugar a “Ponerle la cola al burro” un número ilimitado de niños, los que irán participando por turnos del desafío planteado. Para ello se necesitará el dibujo de un burro sin cola, que debe ser pegado en la pared y, por otro lado, el dibujo de una cola de burro con algún tipo de elemento que permita que pueda quedar adherida en uno de sus extremos.
Con todos los elementos listos, antes de comenzar a jugar a “Ponerle la cola al burro” se definen los turnos y luego, respetando estos, a cada niño se le taparán los ojos y se le darán unas cuantas vueltas como para que quede un poco desorientado con respecto a dónde estaba puesto el dibujo del burro.
El objetivo al jugar a “Ponerle la cola al burro” es tratar de dejar ésta lo más cerca posible de la ubicación que debería tener, mientras el niño con los ojos tapados hace su intento los demás pueden ayudarlo o darle pistas falsas para que no consiga su objetivo.
Una vez que todos los niños efectuaron su intento, resultará ganador aquel que haya logrado ponerle la cola al burro o el que la haya dejado lo más cerca posible.