Uno de los juegos infantiles más tradicionales es el conocido como la Gallina ciega (o “Gallinita ciega”), el que no tiene definido un número máximo de participantes, pero se debe tener en cuenta que cuanto más sean, más divertido será el juego.
Para jugar a la Gallina ciega se le deberán tapar los ojos a uno de los participantes, habitualmente se emplea una venda o pañuelo, y luego el resto lo hará dar vueltas hasta que empiece a sentirse mareado.
Cuando esto se produce, los demás participantes comenzarán a cantar la siguiente canción: “Gallinita, gallinita... ¿qué se te ha perdido en el pajar?... una aguja y un dedal... da tres vueltas y la encontrarás”
El objetivo al jugar a la Gallina ciega es que aquel que tiene sus ojos vendados deberá capturar a aquel participante que más desafine al cantar la canción. Si lo consigue, dicha persona pasará a ocupar su lugar, repitiendo el procedimiento antes mencionado.
Cabe destacar que el juego de la Gallinita ciega era muy popular en la época Victoriana en Gran Bretaña, donde era jugado en grandes salones de las mansiones de las clases altas.
Para jugar a la Gallina ciega se le deberán tapar los ojos a uno de los participantes, habitualmente se emplea una venda o pañuelo, y luego el resto lo hará dar vueltas hasta que empiece a sentirse mareado.
Cuando esto se produce, los demás participantes comenzarán a cantar la siguiente canción: “Gallinita, gallinita... ¿qué se te ha perdido en el pajar?... una aguja y un dedal... da tres vueltas y la encontrarás”
El objetivo al jugar a la Gallina ciega es que aquel que tiene sus ojos vendados deberá capturar a aquel participante que más desafine al cantar la canción. Si lo consigue, dicha persona pasará a ocupar su lugar, repitiendo el procedimiento antes mencionado.
Cabe destacar que el juego de la Gallinita ciega era muy popular en la época Victoriana en Gran Bretaña, donde era jugado en grandes salones de las mansiones de las clases altas.